Pedro Beltrán Vélez se introdujo el 12 de enero del 2011 en el perfil de un primo suyo en la red social Tuenti, sin autorización. Empleó sus datos alterando la contraseña de acceso y de su correo electrónico, apoderándose de los datos de la agenda. Así, envió a sus titulares correos ofensivos al tiempo que ponía en el papel de estado del perfil "reconozco que soy gay", para que fuera visto por todos los amigos del afectado.

"Y todo ello por afán de causar un perjuicio moral al citado en venganza por problemas de carácter personal entre ellos", según consta en la sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de Badajoz, que es firme y de conformidad entre las partes. La jueza impone al acusado seis meses de prisión por un delito de descubrimiento y revelación de secretos, y por una falta de injurias.