La empresa Refrescos Envasados del Sur (Rendelsur), dedicada a la producción y envase de Coca-Cola, cerró la línea de producción que tenía en Badajoz, y trasladó a los 40 trabajadores de esa sección,la mitad de la plantilla, a la fábrica que tiene en Sevilla.

La decisión de la compañía, que cuenta con plantas de producción en Sevilla, Málaga y Badajoz, se debió a "los cambios en los hábitos de consumo y, a nadie se se les escapa, a la reducción de ventas, pues en Badajoz hacen la botella pequeña de cristal, que llamamos retornable, que se vende menos porque la gente opta por el consumo en casa y las botellas de plástico", manifestó Alejandro García, responsable de Relaciones Externas de la empresa.

La fábrica de Coca-Cola, como se conoce popularmente Rendelsur en Badajoz, tenía 42 años, pues se inauguró en el 1967. Contaba con una plantilla de 90 trabajadores, de los que 40 estaban en la línea de producción y el resto, que permanece en sus actuales dependencias, son comerciales.

De hecho, la planta se queda como sede de la empresa y delegación comercial para la distribución en la provincia y alguna otra área, pues hay otra en la provincia de Cáceres, que seguirá funcionando.

"La coyuntura obliga a cerrar la producción, pero en el futuro puede ocurrir cualquier cosa, incluso volver a producir si hay un repunte de la situación", señaló Alejandro García.

Los trabajadores, sin embargo, consideraron que "no es una empresa que produzca ladrillos, sino refrescos de Coca-Cola, que todo el mundo sabe que tienen salida en el mercado", según expresó Juan Ogallar, secretario general de la Federación Agroalimentaria de la UGT. La planta se quedó "como almacén y sede comercial".

La planta sacó una producción de siete millones de botellas en el año 2007 y 900.000 más en el 2008, "por lo que no se puede decir que la empresa esté en crisis", señaló Ogallar. E indicó que "veremos la situación conforme a la documentación que presente la empresa y que estudiará nuestro gabinete jurídico".

El proceso se llevó a cabo sin que se convocaran movilizaciones ni medidas de presión, pues concluyó con la negoción con la empresa.

Alejandro García manifestó que se garantizarían "todos los puestos de trabajo y sus condiciones laborales mediante el traslado a Sevilla", donde, según Ogallar, debían sumarse en un turno añadido a los dos existentes, con los trabajadores de Badajoz dado que aquella línea es mayor.