PI Medical es un ejemplo de reconversión empresarial ante una necesidad ¿Cómo decidió transformar el espacio de su empresa de material fotográfico en una fábrica de material quirúrgico?

En marzo del año pasado todos vivimos la escasez de material de protección tanto para nuestro personal sanitario como para la población. Ante esta circunstancia uno no puede evitar preguntarse ¿Cómo es posible que en España no tengamos una industria que nos proteja? Esa reflexión nos llevó a proponer esta idea a varios socios con los que colaborábamos en otros proyectos y nuestra sorpresa fue que no sólo coincidían completamente en el análisis de la situación, sino que su entusiasmo fue casi mayor que el nuestro.

Imagino que al principio, al ser novatos en este tema, tuvieron que hacer muchas pruebas hasta conseguir un producto de calidad y uniforme…

Los productos sanitarios llevan una regulación muy estricta, donde la trazabilidad ha de ser total y las condiciones de fabricación han de estar completamente controladas. En una situación donde la escasez de materias primas hacía que estas tuviesen precios desorbitados nos costó mucho tiempo y dinero conseguir un producto que no sólo cumpliese la ley, sino que tuviese la calidad que queríamos: que protegiese el máximo posible, pero sin sacrificar la respirabilidad. Finalmente conseguimos una mascarilla que tenía 99,92 % de filtración, pero que no daba ninguna sensación de falta de aire. 

¿Cuáles son en la actualidad las principales cifras de la fábrica? Trabajadores, mascarillas diarias, facturación, productos…

Este año llevamos más de 50 millones de mascarillas vendidas. Cerraremos el año con unos 6 millones de euros y damos trabajo a más de 100 personas, la mayoría de ellos con discapacidad.

¿Cuáles son las virtudes de las mascarillas que fabrican? ¿Dónde se venden? 

Máxima filtración con una respirabilidad óptima. Nuestras mascarillas te protegen, pero te permiten respirar de forma que casi te olvidas que la llevas puesta. Se venten en Primor, Spar Al Lado Grupo DIA, Clarel, Ahorramás, Carrefour Extremadura, etcétera.

También han realizado mascarillas inclusivas ¿En qué consiste esa línea?

Hemos intentado hacer mascarillas para gente con discapacidad auditiva, pero lamentablemente ninguno de los tejidos probados ha pasado nuestras pruebas en laboratorio. Es una línea que esperamos comercializar algún día si encontramos los materiales adecuados.

Además una gran parte de su plantilla tiene algún tipo de discapacidad. ¿Tiene alguna repercusión en la productividad o en los flujos de trabajo?

No, en absoluto. Intentamos adaptar los puestos de trabajo para que las personas puedan realizar sus tareas al cien por cien de sus capacidades.

Las mascarillas son un elemento de uso cotidiano ¿Qué sucederá cuando no sea así? ¿Han pensando en producir otro material quirúrgico?

Sí. Tenemos dos proyectos asociados al producto sanitario, pero preferimos ser cautelosos y no vender la piel del oso antes de cazarlo.

¿Qué supuso para ustedes la concesión del galardón de La Crónica de Badajoz?

Un reconocimiento al esfuerzo realizado y un honor para todos nosotros.