Jornada de reflexión en el Badajoz

En el Badajoz viven durante estos días una curiosa y triste paradoja. Mientras que en el panorama electoral se empleaba el sábado como jornada de reflexión y el domingo era el día destinado a votar, en clave blanquinegra todo parece funcionar a la inversa. Primero fueron a Córdoba a botar (con b) en el Nuevo Arcángel. Lo cierto es que sí que saltaron, botaron y disfrutaron de lo que fue una tarde inolvidable que quedó empañada posteriormente por el resultado. No es para menos, porque un descenso es una de las peores noticias que puede vivir un club de fútbol. Pero volviendo al símil de los comicios, después de botar y vivir una profunda decepción con el descenso a Segunda Federación, a partir del domingo toca jornada de reflexión. La única diferencia es que parece que este proceso reflexivo va a durar más de un día. Eso sí toca mover ficha en las próximas fechas, por lo que esta divagación tampoco puede extenderse mucho en el tiempo.

Un viaje de dos caras

La expedición del Badajoz llegó el viernes, un día antes de la gran cita, a la capital cordobesa. La hinchada blanquinegra se movilizó el mismo día del choque. Quince autobuses y un buen puñado de vehículos particulares pusieron el Nuevo Arcángel como punto de destino en su GPS y llegaron allí varias horas antes del inicio del encuentro. Allí tiñeron la feria cordobesa de blanquinegro y protagonizaron una emotiva marcha llena de cánticos que se va a convertir desde ya en una joya de valor incalculable para la hemeroteca del club. 

El Badajoz baja a los infiernos de la Segunda Federación en El Arcángel

Los casi 3.000 desplazados se dejaron notar en la localidad andaluza. Después de recorrer un amplio itinerario por el ferial, dentro del estadio también lograron inmortalizar una imagen histórica: los hinchas pacenses superaron en número y también en decibelios a unos cordobesistas que acudieron desganados y casi por inercia a esta última fecha liguera. Después, por el transcurso del partido, todo cambió. La ilusión se tornó en decepción. Las caras pintadas de blanquinegro se difuminaron por las lágrimas de un descenso que no pudieron evitar, aunque se venía durante varias semanas barruntando. Durante regreso a la capital pacense, las tres horas y pico de camino se hicieron eternas. Darse una cabezada en el trayecto era algo habitual. La jornada había sido intensa y muy emocional. Cuando muchos se despertaban de esta pequeña siesta deseaban que todo hubiese sido una pesadilla. Pero no. El descenso de El Arcángel es ya una cruda realidad que el aficionado debe asumir cuánto antes. Un episodio que ya forma parte de la historia negra del Badajoz y que se va a rememorar para siempre.

Víspera de elecciones

Volviendo a la recurrente e inevitable temática política, hubo varios nombres que después de haberse pateado Badajoz de arriba a abajo durante las últimas dos semanas, se marcharon a Córdoba como parte de una agenda aparentemente casual. Los que se dejaron notar y aparecieron en algunas de estas instantáneas fueron Ignacio Gragera, Ricardo Cabezas o Alejandro Vélez se dejaron ver como aficionados blanquinegros en El Arcángel. Era una manera de ‘hackear’ las normas de la campaña electoral, ya que desde el viernes ya no se puede pedir más el voto, por eso se mezclaron con el resto de los hinchas, olvidando sus diferencias de siglas políticas y bancando a unos mismos colores por un día.

Lágrimas

El amargo final del encuentro llevó a una consecuencia inevitable. Un dolor que finalmente derivó en lágrimas. Narváez, Gorka Santamaría o Borja García fueron solo algunos de los que no pudieron contener la tristeza y rompieron a llorar. A ellos hay que añadir un sinfín de aficionados que acudieron a la cita u otros que los siguieron en la distancia, también se mostraron desolados algunos miembros del staff blanquinegro como el readaptador Andrés Santos o la directora de comunicación, Virginia Rodríguez, que también vertieron sus lágrimas sobre el estadio cordobés.

Futuro

Ahora al club le toca pronunciarse ante un futuro que es, como poco, incierto, habida cuenta que la entidad está inmersa en la complicada realidad de un concurso de acreedores. A esto ahora hay que sumarle un descenso con el que nadie contaba y que será, a buen seguro, un mazazo para los ingresos del club. Aunque los representantes del Badajoz han asegurado durante sus apariciones públicas que el proyecto sigue adelante independientemente de la categoría en la que esté el equipo, ahora toca enfrentarse a esta nueva e indeseada realidad. Se antoja una remodelación casi al completo de la plantilla y se desconoce si seguirá o no David Tenorio. El técnico blanquinegro, que dijo que «este era el día más triste de su vida», no aclaró nada su futuro durante su comparecencia posterior al encuentro ante el Córdoba. «Ahora mismo estoy agotado», afirmó el técnico cordobés justo antes de abandonar la sala de prensa visiblemente emocionado.

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