Fútbol. Primera Federación

Tres puntos de oxígeno e ilusión para un necesitado Badajoz

El cuadro blanquinegro logró un triunfo vital para salir del descenso en el debut de David Tenorio

David Tenorio, durante el encuentro de este domingo

David Tenorio, durante el encuentro de este domingo / Andrés Rodríguez

Luis Rollano

Luis Rollano

David Tenorio hizo bueno ese dicho futbolístico tan manido de «a entrenador nuevo, victoria segura». El nuevo y flamante técnico del Badajoz entró con el pie derecho en el Nuevo Vivero poco más de 48 horas después de aterrizar en la capital pacense. Victoria con remontada incluida ante uno de los equipos más en forma -Unionistas llegaba tras tres triunfos consecutivos- y tres puntos vitales para escapar, momentáneamente de las posiciones de descenso.

El cuadro blanquinegro siguió con las mismas carencias que lleva arrastrando el resto de la temporada, pero al menos pudo dar la vuelta al marcador con una mezcla de coraje y fortuna. Esta vez sí quiso entrar el balón que otras semanas no entraba -influye también que el conjunto pacense generó un mayor número de oportunidades- y además tuvieron de cara una decisión arbitral con un gol a Unionistas no concedido al decretar un fuera de juego inexistente. Bien es cierto que de ese lance sí que se ofrecieron varias repeticiones y no lo hicieron con una posible mano en el área del conjunto visitante.

Tenorio introdujo varias novedades significativas. La primera se pudo ver nada más comenzar el encuentro. Su dibujo con un único pivote chocaba frontalmente con lo que se había visto hasta el momento por su precedesor. Salmerón ha llegado a utilizar hasta un trivote durante varias jornadas y era bastante habitual ver cómo eran dos mediocentros los que campaban por la parcela ancha para guardar el equilibrio blanquinegro. No obstante, el nuevo entrenador optó por un sistema más atrevido. Temerario por momentos. En el que se veían a diez jugadores de campo divididos en cinco componentes de clara faceta defensiva y los otros cinco de una marcada vocación ofensiva. Gracias a ello, el equipo atacó más y mejor, pero también fue más frágil. «Sabíamos que íbamos a sufrir y que el equipo se iba a partir», comentó el técnico tras el partido.

Reencuentros

Aunque fue un domingo marcado por la novedad de un nuevo integrante en el banquillo, también fue una jornada dominical en la que se produjeron varios reencuentros agradables para la hinchada pacense. El primero de ellos vino de la mano -o la cabeza- de Gorka Santamaría. El ariete vasco estaba peleado con el gol. Solo había anotado de penalti y lejos de casa. El tanto en el Nuevo Vivero se estaba vendiendo caro y tuvo que llegar ya con la presencia del nuevo técnico y pasa de Calderón, el indiscutible MVP del encuentro. Otro regreso que emocionó a la parroquia local fue el de Edu Sánchez. Tras varios meses fuera del equipo por lesión, el lateral dio una verdadera exhibición. Atacó, defendió, e incluso se atrevió con alguna que otra jugada personal. Todo ello de un crack con edad de juvenil. El otro gran regreso fue el del triunfo. Y es que, tras dos meses sin hacerlo, sabe mejor que bien.

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