El Badajoz está a una jornada de terminar la primera vuelta de la liga y aún sigue a tiro de los puestos de ‘play-off’ y de la tercera plaza. De las posiciones de fase de ascenso, solo le separan dos puntos y del podio de la clasificación están a una distancia de una única victoria.

Es muy probable que esto se deba a la idiosincrasia de una categoría en la que existe una igualdad manifiesta, pero lo cierto es que este equipo sigue vivo en la competición a pesar de que ha sufrido un mal de ojo durante esta temporada si se tienen en cuenta la incontable cantidad de lesiones y problemas en su plantilla y la situación extradeportiva que arrastran desde la detención e ingreso en prisión de Joaquín Parra, que trajo consigo todas las dificultades económicas y estructurales dentro de la entidad blanquinegra.

MEJOR EN CASA

Es cierto que se ha repetido de forma insistente que el Badajoz está siendo mejor equipo lejos del Nuevo Vivero que en su propio feudo, pero los números difieren de dicha afirmación. De los 26 puntos obtenidos hasta la fecha, 14 se han logrado en casa y los 12 restantes han sido a domicilio. 

Pero, ¿por qué parece entonces que los blanquinegros han rendido mejor como visitantes? La respuesta está en el número de encuentros en los que han logrado puntuar. Mientras que en la capital pacense han sufrido tres derrotas, como foráneos solo ha sido un único encuentro perdido. Por lo que hay que distinguir los puntos y las sensaciones. En lo primero, están mejor como locales. En lo segundo, parece que fuera se da por bueno el empate, como en el caso de este pasado sábado.

REGRESO ESPECIAL

Los blanquinegros vivirán este domingo un momento muy especial con el regreso a La Planilla. El Badajoz logró ante en el campo del Calahorra su último ascenso en el año 2017 bajo un intenso aguacero y con remontada incluida gracias a los tantos de Ruano y Joaqui Flores. Será la primera vez que vuelvan a pisar este escenario desde entonces, por lo que se espera que esta semana transcurra de una manera algo más normal en el Nuevo Vivero, tras unos días de tensión, manifestaciones y presión para que Joaquín Parra aceptara una venta que, en principio, debería producirse si no hay ningún problema. 

Serán unos días en los que el recuerdo de aquella tarde lluviosa de junio volverá a la retina de la afición blanquinegra y le dará una alegría a un Badajoz necesitado de buenas noticias. Mientras, en las oficinas se esperan novedades. Pero como suele decirse, las cosas de palacio...