En el Badajoz ya han gozado de minutos todos los jugadores disponibles. Y Adilson no ha tenido ocasión de debutar aún porque una inoportuna lesión en vísperas del comienzo liguero ha impedido su concurso con el club blanquinegro en liga después de ser uno de los mejores de la pretemporada en el conjunto pacense. El último de esta larga lista ha sido Gonzalo Alejandro Cretazz (Buenos Aires, Argentina, 28-12-2000), quien se estrenó el pasado domingo en Matapiñonera ante el Sanse tras la baja de última hora de Jesús Limones cuajando una solvente actuación que dejó sin poder anotar al cuadro madrileño en su feudo por primera vez durante esta temporada.

Se trata de un argentino que no cuenta con el acento característico de este país, pero que eso no le impide ser un arquero que sabe bien lo que quiere. «Trato de trabajar bien y ponerle las cosas lo más difícil posible al míster», asegura. Quiere que su papel como guardameta titular no sea algo efímero y espera poder repetir este próximo sábado ante el Extremadura. «Tengo ganas de conocer a la afición de cerca y de jugar en el Nuevo Vivero. Esperemos que pueda ser esta semana», declara. Cretazz se considera como «un portero bastante completo» y espera poder demostrar su agilidad y sus reflejos en próximos envites del club blanquinegro.

Su llegada se produjo hace apenas dos meses en la recta final del mercado estival de fichajes, cuando el director deportivo del Málaga le confirmó que tenía que buscar una salida. Fue entonces cuando le sedujo una oferta del Nuevo Vivero. «Yo buscaba un equipo como el Badajoz, que peleara por estar arriba y que me sirviera para estar preparado a la hora de volver», afirma. Aunque no oculta que su objetivo es pelear por ser titular con el club blanquinegro y hacer un buen papel para regresar la próxima temporada a la capital de la Costa del Sol, el joven cancerbero no quiere cerrarse puertas. «El año es muy largo y uno no sabe que va a pasar», sostiene.

Con apenas 21 años, Cretazz ha tenido que vivir problemas institucionales tanto en su club de origen, el Málaga, cuyas últimas temporadas ha sido especialmente tormentosas en los despachos, y posteriormente en el Badajoz, que, aunque ya llueve un poco menos, aún no han logrado alcanzar la estabilidad deseada en los despachos. «Por suerte o por desgracia he tenido que vivir este tipo de situaciones extradeportivas. Uno madura con estas cosas al ver cómo actúa la gente veterana en estas circunstancias», apunta.

Sobre la relación que guarda con sus compañeros en la portería, el meta afirma tener buena sintonía con Limones y Narváez y trata de aprender de ellos. «Yo pienso que manteniendo una buena relación se trabaja mejor incluso», concluye.