Badajoz: Limones; Aitor Pascual, Pardo, Gorka Pérez, Josema Gallego; Jesús Clemente (Min. 78, Gorka), Barri (Min. 56, Zelu ), Otegui (Min. 64, Aquino), Isi Gómez, Concha (Min. 64, Adri Cuevas); y Sergio Benito (Min. 78, Tahiru).

Dux Internacional: Yelco Ramos; Expósito, Nandi (Min. 68, Reguera), Montoro, Herrero; Bonaldo, Brulmans (Min. 52, Montero), Mancebo (Min. 87, Blázquez), Ale Zambrano, Alberto Gil (Min. 87, Marcos ) y Rubén Ramos.

Gol: 1-0-Min. 95: Dani Aquino, de penalti. 

Árbitro: Pérez Fernández (Castilla y León). Mostró amarilla a David Concha, Zelu y a Aquino, del Badajoz y a Ale Zambrano, Alberto Gil, Reguera, Expósito y Herrero, del Dux.

Incidencias: Estadio Nuevo Vivero. Unos 6000 espectadores. El Badajoz salió con una camiseta de apoyo al lesionado Adison.

El Badajoz apuró al máximo para transformar un insulso plan casero de viernes en una fiesta colectiva. Tanto esperó, que muchos aficionados, impacientes y desesperanzados, se marcharon a casa y se perdieron el gol que llegó en el tiempo extra y de penalti en las botas de Dani Aquino (1-0). 

Y es que el empate planeaba sobre un partido espeso en el que la falta de puntería de los locales les dejaba sin triunfo a pesar de sus intentos de oxigenar el juego. Pero el conjunto blanquinegro, con más corazón que cabeza, logró forzar una pena máxima en el tiempo adicional y volvió a sumar de tres en su campo gracias a un tanto in extremis con el que muchos ya no contaban. 

Es el segundo encuentro de tres disputados en los que el equipo de Óscar Cano logra sacarle rédito a la prolongación. Ya pasó hace dos semanas ante el Talavera, cuando el delantero murciano también marcó pasado el minuto 90, y lo volvió a hacer este sábado ante el Dux madrileño.

Cambios en la alineación / Los locales presentaron un once reconocible y muy similar al de los dos primeros compromisos ligueros, aunque con algunas novedades. Josema Gallego se estrenaba en liga en detrimento de Jilmar y Sergio Benito finalmente logró arrebatar la titularidad en la vanguardia a Gorka Santamaría. El arranque del encuentro fue frenético para ambos equipos con un dominio alterno y con llegadas al área por parte de las dos escuadras y con un marcado protagonismo del balón parado. De hecho, los blanquinegros gozaron de una buena doble oportunidad mediante sendos golpes francos, gracias a un disparo de Pardo primero y de Aitor Pascual después, que no pudieron ver puerta, aunque mostraron las credenciales ofensivas de los locales. Más allá de las jugadas ensayadas, Clemente y Otegui gozaron de buenas oportunidades p con acciones colectivas, pero les faltó materializar en los metros finales.

Tras el descanso, la velocidad en la circulación de balón siguió siendo la apuesta del Badajoz para intentar sorprender a su rival. La elaboración de los de Óscar Cano estuvo a punto de encontrar recompensa en forma de gol en un remate de Sergio Benito que besó el lateral de la red. Pero ese dinamismo no era suficiente para romper una bien tejida tela de araña en el bando madrileño. Por ello, el cuadro pacense decidió mover ficha introduciendo a Zelu por Barri primero y acto seguido hizo lo propio dando entrada a Aquino y Adri Cuevas en detrimento de Otegui, con molestias y de David Concha, muy activo.

El choque comenzaba a tornarse espeso y Óscar Cano, pese a agitar el árbol, no encontraba fisuras en un compacto DUX que, además de mostrarse solvente en su campo, comenzaba en algunos lances a inquietar el área de los pacenses. Además, los visitantes se veían cada vez más cómodos.

Más madera

El tiempo apremiaba cada vez más al cuadro local y por eso desde el banquillo se buscaban soluciones. Si los cambios en la medular no habían terminado de surtir el efecto deseado, ahora habría que buscar nuevas alternativas en la punta de lanza. Cano apostó por quemar todas sus naves ofensivas sacando al césped a Gorka Santamaría y Tahiru, que sustituyeron a un voluntarioso, aunque impreciso Sergio Benito y a un desfondado Jesús Clemente.

A falta de cinco minutos para el final, Herrero puso la congoja en la grada local con un disparo lejano que superó a Limones, aunque no llegó a alojarse en la meta local por escasos centímetros. Cuando el empate parecía ser el resultado definitivo, el castellano-leonés Fernández Pérez decretó, con suspense, una mano dentro del área del área del Dux. El penalti, lanzado por un Aquino que no se inmutó, supuso sobre la bocina el segundo triunfo de un Badajoz que se sitúa en el grupo de cabeza con siete puntos. El Nuevo Vivero alcanzó el éxtasis.