Opinión | EL CHINERO

La bandera de perfil

Un integrante del grupo Los Carnavalatis, con el alcalde.

Un integrante del grupo Los Carnavalatis, con el alcalde. / LA CRÓNICA DE BADAJOZ

El exconcejal de Vox en el Ayuntamiento de Badajoz, Alejandro Vélez, ahora no adscrito, acaba de poner en un compromiso al alcalde, Ignacio Gragera, antes de Ciudadanos y, desde diciembre, del PP. Lo ha puesto en un compromiso con un tema que para Vélez no es baladí, como tampoco para las asociaciones culturales que la llevan reclamando desde hace 20 años, aunque no parece que sea una preocupación de la ciudadanía. Badajoz es la única capital de provincia que carece de bandera y Vélez no está dispuesto a que termine la legislatura sin que cuente con este símbolo que para este concejal es importante.

El debate parecía finiquitado en octubre, cuando el pleno del ayuntamiento rechazó la propuesta de diseño presentada por la denominada comisión de expertos, que se encargó de decidir qué bandera podría representar a esta ciudad. El diseño elegido no salió adelante porque de los 27 concejales que conforman la corporación sólo votaron a favor Vélez y los cuatro de Cs, incluido el alcalde, al que le quedaba poco más de un mes dentro de la formación naranja. Gragera parecía muy empeñado en que Badajoz tuviese bandera y así lo puso de manifiesto durante el debate. Pero PP, PSOE y Unidas Podemos no se lo permitieron alegando que no existía el suficiente consenso en torno a la propuesta ideada y que el proceso no había sido lo transparente que habrían querido. Los populares quedaron en evidencia con estos argumentos, pues su concejala, la de Cultura, a la sazón del PP, estaba al tanto de los trabajos de la comisión de expertos. No se entendía que el grupo no estuviese informado de lo que se estaba haciendo y de los plazos que se manejaban. Resultado: la bandera carmesí con león rampante dorado y columna plateada pasó sin pena ni gloria a dormir el sueño de los justos.

Pero Vélez, que a concienzudo e insistente no hay quien le gane, no se olvidó del tema. El concejal cree que el asunto de la bandera de Badajoz está en la calle. Lo piensa porque un grupo menor, Los Carnavalatis, se disfrazó de ‘bandera non nata’ en el pasado Carnaval e incluso obtuvo un premio (un sexto compartido).Quizá no sepa Vélez que dentro de la propia agrupación carnavalera algunos de sus integrantes desconocían la motivación de disfraz cuando se pusieron a ello. Más aún, en el balcón del ayuntamiento, la noche del pregón, hubo alguna concejala que los confundió con los leones de las Cortes y, en la calle, los han llamado de todo, hasta leones de la Metro Goldwyn-Mayer. De todo, menos banderas de Badajoz. Salvo, claro está, los conocedores de la propuesta, entre ellos los miembros de las asociaciones Amigos de Badajoz y Cívica, que durante años han estado luchando por que esta ciudad tenga bandera y que de inmediato reconocieron y agradecieron que un grupo de Carnaval se hiciese eco de su reivindicación.

Esté o no en la calle, lo cierto es que el debate va a volver al ayuntamiento en el pleno de marzo con una moción de Vélez, que quiere saber si el alcalde, que ahora es del PP, defiende lo mismo que defendía en octubre cuando era también alcalde, pero de Ciudadanos, o defiende lo que en octubre defendió el PP, que es ahora el partido del alcalde. O sea, que Gragera tendrá que demostrar si sus argumentos de hace cuatro meses eran tan sólidos como entonces defendió o si, por el contrario, se ha sometido a las directrices de sus nuevas siglas. De momento, cuando le han preguntado, se ha mantenido de perfil. Ni si ni no ni todo lo contrario. Se limita a manifestar que su postura es conocida (en favor de la bandera, aunque no lo dice), pero que tendrá que analizarlo con su nuevo grupo «cuando llegue el momento». Ese momento será el pleno de marzo, en el que se debatirá la moción de Vélez para que se apruebe la propuesta de la bandera que en octubre se rechazó, ahora que el alcalde que la defendió lidera el PP. No sabemos si también en este asunto.