Con motivo de la Fiesta de la Hispanidad, celebrada con el mayor esplendor la semana pasada en Guadalupe, promovida, en colaboración con las instituciones oficiales, por la Real Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe, asumieron especial relevancia las diversas actuaciones musicales. En el auditorio del Monasterio tuvo lugar un concierto de instrumentos de viento del Grupo Ceres-Brass, de Cáceres. En la basílica ofreció un concierto de órgano el maestro-organista de la Concatedral de Cáceres Francisco José Sánchez. La misa solemne del día 12 fue cantada por el Orfeón de Moratalaz (Madrid). La Banda Sinfónica de la Diputación de Cáceres tuvo una destacada presencia pues realizó una “diana floreada”, acompañó la procesión de los Caballeros con las banderas hispánicas y, además, recibió el prestigioso Premio “Guadalupe-Hispanidad”. 

La Orquesta de Extremadura (OEx) ofreció la semana pasada sendos conciertos, el jueves, día 13, en el auditorio del Palacio de Congresos de Badajoz y el viernes 14 en el de Cáceres. En esta ocasión actuaba como director invitado y, a su vez, como violín solista, el maestro vallisoletano Roberto González-Monjas, que cuenta con un impresionante historial artístico y, junto a él, como solista de viola, la madrileña Sara Fernández, quien, pese a su juventud, también atesora un importante currículo, habiendo actuado con numerosas orquestas sinfónicas internacionales. Ambos interpretaron con la orquesta la Sinfonía Concertante de Mozart, compuesta por el genio austríaco, a sus 23 años de edad, una de sus más celebradas obras, a camino entre la sinfonía y el concierto. Los dos solistas se lucieron, especialmente en los mozartianos duetos, tan del gusto del músico salzburgués. Además del virtuosismo evidenciado por los solistas, Roberto González utilizaba un violín “Guarnieri” y Sara Fernández una viola “Tecchler” dos de los más acreditados luthiers italianos del siglo XVII y del XVIII, junto al famoso Stradivarius. Todo un lujo y un verdadero disfrute. En la segunda parte fue interpretada, con excelente resultado, la única Sinfonía del compositor belga del siglo XIX César Franck.