El Aeropuerto de Lisboa, conocido como Portela y desde 2016 Humberto Delgado, es uno de los aeropuertos del mundo de mayor crecimiento en los últimos años. Pasó de 13,6 millones de pasajeros en 2009 a 31,2 millones en 2019. Tras la caída en 2020 y 2021, en los últimos meses ha recuperado la actividad prepandemia y con ella los problemas con su sobreactividad. Si ya en 2019 estaba al límite del colapso es previsible que en un par de años tengan que restringir su uso. Portugal y Lisboa se han puesto de moda, en la última década ha sido el país revelación, habiendo pasado de 13,5 millones de turistas internacionales en 2010 a 27,14 millones en 2019, recuperando ya las cifras del 2019. Los datos son más que significativos para evidenciar que necesita un nuevo aeropuerto de mayor capacidad y que le permita seguir creciendo en su mayor sector económico. En junio, el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, anunció que la decisión sobre el nuevo aeropuerto de Lisboa se tomaría conjuntamente con el líder de la oposición, Luis Montenegro, para que fuese ejecutado sin más interrupciones en los próximos años.

Este es un tema de gran trascendencia para la conexión ferroviaria de alta velocidad de Madrid con Lisboa. Es el asunto que impide tomar la decisión del trayecto del tren desde Évora a Lisboa. De la decisión del Aeropuerto depende la Nueva Travesía del Tajo, imprescindible para entrar el tren en Lisboa. Lo recomendable es que en un punto lo más próximo a la capital, bien conectado y sin impedimentos medioambientales, se ubique el aeropuerto y en su seno un punto que concentre las conexiones ferroviarias de alta velocidad procedentes del norte, del sur y del este y desde ese punto entren en Lisboa por la Nueva Travesía del Tajo. El pasado viernes se reunieron Costa y Montenegro y acordaron la metodología para la toma de decisión de la ubicación, que esperan que concluya el proceso a finales de 2023, y a partir de ese momento se tendrá despejado el dilema de como continuar la linea de alta velocidad hasta la capital. Es un asunto esencial para la vertebración de Portugal y sus conexiones con España.

Las Federaciones de Fútbol y los Gobiernos de España y Portugal están trabajando en la preparación de la candidatura del Mundial de Fútbol Ibérico 2030, que deben presentar a mediados del próximo año. Esta candidatura debe contemplar un plan de movilidad entre las 14 sedes y 70 subsedes y el aeropuerto de Lisboa es una de sus claves. Esperemos que pronto este decidido y se pueda responder con mayor seguridad a la pregunta que muchos nos hacemos ¿Cuándo estará finalizada la alta velocidad entre Lisboa y Madrid?. Ojalá se celebre el Mundial Ibérico en 2030. Traerá algunas respuestas.