Esta semana se ha presentado en Salamanca el Manifiesto promovido por doce Cámaras de Comercio para la recuperación de las infraestructuras ferroviarias del Corredor Oeste - la Ruta de la Plata. Son 12 Cámaras de Comercio que representan un amplio campo de sensibilidades empresariales del Oeste Ibérico: Avilés, Gijón, Oviedo, Astorga, León, Salamanca, Béjar, Cáceres, Badajoz, Huelva, Sevilla y Cádiz. Esta previsto que se incorporen otras más, y hacen un llamamiento para que se sumen todas las instituciones, entidades y ciudadanos que lo consideren oportuno. Ya se movilizaron con anterioridad para impulsan las conexiones del Oeste Ibérico. A finales de los años ochenta se juntaron para exigir que la N630 se transformase en la autovía A66. Fueron 25 años de insistencia que finalizaron en 2015. En el año 2008 impulsaron otro movimiento por el tren, pero se vio frustrado por la brutal crisis económica. 

Cuando se cortó el servicio en 1985 eran otros tiempos en los que el tren de mercancías y el convencional se vieron minusvalorado y todos los esfuerzos se concentraron en la alta velocidad. Ahora, de nuevo, el tren se manifiesta como el medio más económico, eficiente y sostenible. El pasado diciembre la Comisión Europea realizó una propuesta de reforma de la RTE-T al Parlamento Europeo y al Consejo de Europa en la que afirma que a propuesta de España elimina la conexión de León a Plasencia de la Red Global Europea que deberá estar concluida en 2050. El Gobierno de España se ha pronunciado diciendo que no se ha hecho ninguna propuesta en este sentido y que debe permanecer esta linea en la Red Global. Pero ahora el asunto debería centrarse en aprovechar la ocasión para incorporarla a la Red Básica que debe estar concluida en el 2030. Razones hay sobradas para ello. En el actual Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (PITVI) 2012- 2024, se fija el mapa de ferrocarriles a desarrollar, en el que figuran dos tramos con lineas discontinuas que proponía que se hiciesen los estudios de viabilidad y las acciones para su incorporación. De uno de ellos se han hecho los estudios y ahora está en concurso los proyectos de ejecución. El otro tramo discontinuo era la conexión de Plasencia con León, de la que nada se ha sabido hasta ahora y, por tanto, a punto determinar el PITVI 2012-2024, debe exigirse que se hagan los estudios contemplados en el Plan y se incorpore. Hay muchas razones para apostar por esta línea. Lo que no puede pasar es que desde el Gobierno de España una vez más se quiera pasar página mirando para otro lado. Hay que conseguir que las cosas ocurran, y nunca ocurren si no hacemos que ocurran.