No será Germán López Iglesias ni José Antonio Monago ni María José Solana ni Francisco Javier Gutiérrez Jaramillo ni Blanca Subirán ni tampoco Francisco Javier Fragoso. Ninguno de los nombres con los que habíamos especulado para la sucesión de Fragoso ha sido el elegido por la dirección provincial del partido como candidato a la Alcaldía de Badajoz. Será Antonio Cavacasillas Rodríguez, concejal en el ayuntamiento pacense, responsable de las áreas de Servicios Sociales, Mayores, Mujer, Cooperación al Desarrollo, Protección Civil y ahora además Juventud.

Se veía venir cuando en diciembre pasado fue nombrado coordinador local del PP, un cargo que hasta entonces no existía porque el presidente provincial era de Badajoz: el último Fragoso, durante más de 12 años. Cuando Cavacasillas fue presentado por el nuevo presidente provincial del PP, Manuel Naharro, como coordinador, ambos descartaron que este paso coincidiese con la carrera a la alcaldía, una plaza vacante y al parecer bastante reñida desde que Fragoso dejó el bastón de mando en junio para cumplir el pacto de alternancia firmado con Ciudadanos. Fragoso se fue sin dejar heredero y en el PP restaban importancia a este vacío, con el argumento que siempre utilizan los partidos de que hay mucha gente preparada para ocupar el puesto. Preparada para ocuparlo, sí, pero no para que lo ocupase cualquiera. 

Naharro, que es alcalde de Valencia del Mombuey, marca una nueva etapa en el PP provincial y ha llegado dispuesto a dejar su impronta. Cuando en el XIV Congreso Provincial fue proclamado presidente con el 96,82% de los votos, anunció algunas reformas «profundas» porque, en su opinión, este partido necesita «algo más que un lavado de cara», para mejorar «su operatividad, eficiencia y eficacia». «Empezamos a prepararnos para el 2023, tenemos dos años para rearmarnos, reforzarnos y renacer para volver a ser el primer partido de esta provincia y de Extremadura», dijo. En Badajoz ciudad, al PP no le quedaba otra que «rearmarse», porque su cabeza visible había dejado huérfana la candidatura a la alcaldía y la presidencia provincial.

El nuevo presidente se puso a hacer los deberes. Nombró al coordinador local, pero seguía sin resolverse la incógnita del candidato a la alcaldía. A algunos les molestó que la prensa especulase, se sentían presionados y restaban importancia a que el PP, un partido con opciones de gobierno, no tuviese cabeza de lista a estas alturas. Aunque defendiesen que entre sus filas había mucha gente válida para afrontar el reto, la imagen que trasladaban es que a menos de año y medio de las próximas elecciones municipales no eran capaces de ponerse de acuerdo para designar a un candidato de consenso.

Dos meses después de conocer al coordinador local, en el grupo del PP en el ayuntamiento se han producido cambios en el reparto de las áreas de responsabilidad: Cavacasillas deja la concejalía de Inspección de Aguas y asume Juventud. Un nuevo orden que la oposición socialista interpreta para el lucimiento del candidato. Ni que la delegación de Juventud fuese la vicepresidencia de la Diputación de Badajoz. Pero casualmente el mismo día que el pleno aprobaba los movimientos en el grupo popular, Naharro confirmaba que Cavacasillas es la apuesta de la dirección provincial para suceder a Fragoso. Si bien requiere la aquiescencia del Comité Electoral Nacional, es una mera formalidad, pues tiene el visto bueno de Madrid. De no ser así, no se habría hecho público. Menudo bochorno , tanto para el elegido como para el PP provincial, si Génova no aceptase su propuesta. Ya pueden vociferar aquellos que tenían a otros preferidos y ahora cuestionan el procedimiento. Son pataletas. Que sepamos, a Fragoso no lo respaldó ninguna encuesta cuando recibió el testigo directamente de manos de Celdrán, que lo colocó en la alcaldía sin someterlo antes a las urnas. Las elecciones son y serán la única e incuestionable encuesta.