¿Es o no un centro cívico lo que proyecta el Ayuntamiento de Badajoz en parte de los antiguos cines Puente Real? Según el alcalde, Ignacio Gragera, lo es. Según la Asociación de Vecinos de Valdepasillas, ni por asomo. ¿El conflicto se resume en una cuestión de pareceres?

El ayuntamiento había previsto una partida de 400.000 euros con cargo al crédito a largo plazo para un nuevo centro cívico en Valdepasillas. Los vecinos parecían estar de enhorabuena porque, por fin, esta demanda tenía concreción económica. Mira por dónde la Junta de Extremadura concedió a Badajoz la contratación de 11 trabajadores sociales más en el convenio que mantiene con el consistorio para los servicios de Atención Social Básica. Con este incremento de profesionales, el Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) necesitaba nuevos espacios donde colocarlos y así ampliar su red en la ciudad acercándose a más barriadas. Por otro lado, en el edificio de la Factoría Joven, en La Paz, el ayuntamiento disponía de un espacio de más de 1.000 metros cuadrados en dos plantas que estaban en bruto, sin uso. Se encendió la bombilla: se convertirá en un centro social que atenderá a Valdepasillas y La Paz, con espacio para Servicios Sociales, cuyos despachos estarán en la planta superior, menos amplia (309 metros cuadrados) que la de abajo. Y en la planta baja (735 metros cuadrados) se adecuarán espacios de uso multidisciplinar para los colectivos que los requieran. Dispondrá de cinco despachos y dos grandes salas, una de ellas será un salón de actos y otra de reuniones, que se puede dividir en dos. El concejal de Servicios Sociales, Antonio Cavacasillas, lo dijo claramente cuando compareció con el alcalde y su compañero Jaime Mejías el día de la presentación del proyecto: será un centro de atención social «muy parecido» al de Suerte de Saavedra. No hablaron de centro cívico. Además, a este inmueble se trasladará el centro de mayores de La Paz desde su ubicación actual, que requiere una obra urgente de reforma. Pasará a ser el centro de mayores de las dos barriadas. Dos por uno. De todas formas, era difícil que Valdepasillas contase con uno propio, porque aunque el ayuntamiento reconoce la necesidad, lo ha solicitado a la Junta y otro en Suerte de Saavedra, por considerar que competen a la Administración regional. Con el balón ya en otro tejado, el problema no era suyo, pero ahora sí lo es la solución. Punto a su favor.

Los vecinos de Valdepasillas no se oponen a que el ayuntamiento dote una oficina administrativa donde se presten funciones del IMSS en los antiguos cines, pero defienden que esto no es lo prometido. Quieren un centro cívico como Santa Marina o San Fernando que, en su opinión, «son centros donde se realizan infinidad de funciones y servicios, de promoción social cultural, de lucha contra las desigualdades, de integración social...». Tan genérica es su demanda que el alcalde les contestó que el proyecto del ayuntamiento en La Paz responde a «la definición» de centro cívico, pues contará con espacios «multifuncionales». En ambos conceptos tienen cabida las actividades de asociaciones y colectivos.

Ni uno ni otro han mencionado la verdadera diferencia entre los centros cívicos de Santa Marina, San Fernando o Pardaleras y el que ahora anuncia el ayuntamiento para Valdepasillas y La Paz y compara con el de Suerte de Saavedra. La diferencia está en quién tiene la llave. En Suerte de Saavedra, donde está el IMSS, la llave es del ayuntamiento, que gestiona y decide quién usa los espacios de reuniones, que se tienen que solicitar con antelación y que no siempre están disponibles. Por contra, en los centros cívicos, las asociaciones de vecinos tienen la potestad sobre el uso del inmueble. Así ocurre en Pardaleras, en Santa Marina o en San Fernando. En ambas fórmulas, el ayuntamiento es el que corre con los gastos. De ahí la disputa. La clave está en la llave.