Parece que se estuviera produciendo un nuevo brote de teorías revisionistas en el campo de la Historia. Eso ya era un fenómeno notorio en la parcela de la Historia Contemporánea. Ya saben, esos intentos de reivindicar la justificación, la forma y el desarrollo de los sucesos acaecidos durante los primeros cuarenta años del siglo XX español. Lo verdaderamente novedoso, al menos por estos pagos, es que se pretenda dar una interpretación edulcorada, tergiversada, descafeinada de la llamada Edad Media. No solo ocurre, como está siendo evidente, en Badajoz, también, y desde hace mucho más tiempo, en Córdoba. Ya sé que eso son palabras mayores por el significado de esta ciudad. Y llegan envueltas en el sudario de las inmatriculaciones de la Iglesia. Resulta que se está excavando ahora mismo en el patio del antiguo oratorio musulmán –de la Mezquita mayor; después catedral cristiana– y los resultados resultan forzosamente provisionales. Los trabajos son fruto de la colaboración entre el Cabildo y la Universidad. No es excavar porque se vaya a acometer una infraestructura o proyecto turístico cualquiera, como suele ser uso aquí, sino que se hace de modo bien planeado, con un enfoque científico coherente y dirigido por los mejores profesionales posibles. En definitiva, se trata de una actuación plenamente científica.

Se ha organizado en la esfera local una trifulca a cuenta del descubrimiento de restos importantes, pertenecientes al parecer a un complejo episcopal del período preislámico, situados por debajo de la propia mezquita. Sabemos por los textos árabes que esta se edificó donde se alzaba la basílica de San Vicente. Lo más novedoso, no para los especialistas, es que lo sacado a la luz no son porciones de dicho templo, sino los de parte de un ‘barrio’ desde el que se administró, entre los siglos VI y VII, todo lo relacionado con la comunidad cristiana de Corduba. Lo que reste de la iglesia original está, seguro, por allí, pero no ha dado aún la cara. Sobre esos vestigios, apenas unos muros, y sobre la forma de presentarlos se ha especulado y se ha basado el revisionismo. Sin considerar la opinión, muy prudente, de los técnicos y sin dar tiempo a concluir el proyecto. Seguiré.